Neurofilosofía

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Primer Desayuno Filosófico

07/2014

ASISTEN: Andrés Casanova (Tejas Borja), Carmen Picot (Consum), Elena Pérez (CEV), Delia Garcia (Sanlucar Fruits), Guadalupe Pellicer (Nunsys), Pau Villalba (Mercadona), Purificación Baldoví (Etnor), Rafael Aznar (APV), Vicente Vilata (Edicom).
Organiza: Arturo Gradolí (Nunsys)
Facilitadora: Sandra García (Incipia)

La filosofía va de cuestionarse, de mirar al mundo desde una actitud interrogativa, algunas de las preguntas ¿qué es el mundo? ¿Qué es el hombre? ¿Quién soy yo?

Si nos vamos a la etimología, recurso muy utilizado, originariamente el término filosofía está formado por “filo” (amigo o amante de) y “ Sofía” (sabiduría), en este sentido me interesa mucho resaltar el concepto de que no es tanto un conocimiento en sí mismo sino una disposición una actitud un “hacer” que tiene que ver con algo consustancial al ser humano, con la curiosidad con el deseo de “saber”, de “comprender”. También me gusta hablar del filósofo/a como “amante de la sabiduría”.

En nuestro contexto Occidental, históricamente como ya sabéis se conviene en que el origen de esta “disposición” estaría en la Grecia Antigua,  y la sabiduría que valora está basada en la discusión, el razonamiento y el cuestionamiento, no en creer algo simplemente porque alguien importante te ha dicho que es cierto.

Nos paramos un momento en el concepto de “sabiduría” y de “sabio” que tenemos hoy en día, en ese sentido se aportaron diversas ideas ante la pregunta de ¿Cuándo decimos de alguien que es sabio?

Purificación, como practicante de yoga, relaciona la sabiduría con las posturas de yoga una vez consolidadas, y habla de “firmeza en el cuerpo y estabilidad en la mente”.

Carmen dice que considera sabio a alguien que ha aprendido muchas cosas, que sabe mucho, y que lo sabe aplicar.

Para Rafael Aznar es importante el don del consejo,  lo ve más como un don natural, un estado de ponderación.

Convinimos que “sabiduría” tiene que ver con saber vivir, estar bien conmigo y con mi entorno,  y que hoy en día hay una saturación de información y de conocimientos técnicos y es  necesario un poco más de sabiduría en este sentido de “saber vivir”.

Podríamos decir que hoy en día los filósofos hacen más o menos lo mismo que Sócrates: cuestionan cosas y examinan distintas razones y evidencias con el fin de llegar a responder algunas de las preguntas más importantes que nos podemos hacer sobre la naturaleza de la realidad y cómo debemos vivir.   

Examinar filosóficamente nuestra vida,  en línea con la afirmación de Sócrates “una vida sin reflexión no merece ser vivida” no solo es posible, sino que es muy aconsejable.  Cuando explicitemos nuestras ideas implícitas, será mucho más fácil dirigir la “vida examinada”, podremos comparar nuestro enfoque con otros, y tal vez modificarlo o mejorarlo de algún modo. Podremos en definitiva asegurarnos de que nuestra filosofía actúe a nuestro favor  y no contra nosotros.

LAS PREGUNTAS

¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy?  En realidad estas serían las preguntas que cualquier ser humano se hace.

Ante la pregunta de ¿Quién eres? Arturo, muy sabiamente respondió: “somos personas que quieren desayunar” Ante lo cual hubo consenso total. Pasamos a dar cuenta del suculento desayuno que teníamos preparado.  Aprovechamos para dar un aplauso a Salvador Navarro, que no pudo estar con nosotros ya que se encontraba en una importante reunión defendiendo una financiación más justa para la Comunitat Valenciana. Elena, su secretaria, es la encargada de transmitirle todo nuestro ánimo.

Mientras dábamos cuenta del desayuno continuamos con nuestro “diálogo filosófico”, dando respuesta a la pregunta de ¿quién eres?

Arturo : “Soy historia, soy futuro, con cierto margen de libertad para hacer lo que quiero” y quiso resaltar que “no se aprende filosofía, se aprende a filosofar” y que es mejor el más-vivir que el vivir-más.

La propuesta desde la actitud interrogativa de la filosofía es que aprendamos a explicitar nuestra “filosofía de vida”. El mensaje principal de hoy es que de distintos modos “todos somos filósofos”, el que hoy hayamos decidido estar aquí, dispuestos a ello ya nos coloca en esa actitud de revisar, examinar nuestras creencias, opiniones,  contrastar si  están bien fundadas, estar abiertos a escuchar al resto.  

La tesis de Sandra García es que constantemente estamos filosofando.

Pasamos a continuación a ver cuáles son los grandes bloques de la filosofía: una parte más teórica o especulativa que es la Metafísica (Ontología, Teoría del conocimiento) y la que se denomina Filosofía Práctica (Ética, Moral y Estética).

Simplificando un poco y atendiendo a lo que uno de esos grandes pensadores nos dice, Kant (1724-1804) s XVIII, las preguntas principales que cabe hacerse desde la filosofía:

  • ¿Qué puedo conocer? Esta pregunta, en el fondo, tiene que ver con la verdad. O Verdad, como prefiráis. Podemos plantear la pregunta de diferentes maneras, que revelan diferentes matices: ¿qué significa que algo es verdadero? ¿Existe la verdad? ¿Podemos conocer la verdad? ¿Bajo qué criterio? O todavía más profundamente: ¿Qué es la realidad?
  • ¿Qué debo hacer?  Esta segunda pregunta tiene una vertiente mucho más práctica y tiene que ver con la ética y la moral, problemas relacionados con la motivación ética. Se pueden sintetizar en la pregunta ¿qué lleva a los hombres a actuar como lo hacen?
  • ¿Qué me está permitido esperar? Y esta pregunta tendría que ver con la finalidad o sentido de nuestra vida, en algunos casos tendrá que ver con la religión, con la espiritualidad, con la trascendencia al fin y al cabo

 A su vez consideró que estas tres preguntas se resumen en la pregunta genérica

  • ¿Qué es el hombre?  Esa es la única pregunta definitiva y que resume a las otras tres en la medida que sólo al hombre le corresponden en plenitud las capacidades de ‘ser’, ‘hacer’ y ‘esperar’.   

LA ÉTICA, LA MORAL Y LA RSE. La base de la RSE es filosófica

Aprovechando que varios de los asistentes están muy relacionados con la RSE, se lanzó la pregunta de ¿Qué es lo que os ha llevado a estar en la RSE?, a nivel personal ¿Qué hay en ti que te lleva a ello?

Aquí se animó el debate y la participación; Pau apuntó que la RSE en Mercadona es algo muy transversal y que está muy presente en muchas de las decisiones que se toman día a día en la empresa, y más en una empresa de distribución.

Para Arturo, “lo que hay en mí es ese impulso interior, que no sabría muy bien de donde viene, esa forma de actuar con generosidad, el placer que produce ayudar a los demás”.

Rafael  lo que nos dice es que, hay algo en ti que te sale que te lleva a actuar con generosidad, partiendo de la realidad de tu entorno, añadiendo unas gotas de sensibilidad. Relaciona la RSE con el deseo de devolver algo a la sociedad, sientes  la obligación, por tanto  la responsabilidad, con un comportamiento ético, deontológico, de influencia positiva. Reforzar tu propio criterio de responsabilidad de forma activa: unir, contrastar, volver y reforzar, estando atentos al retorno.

Vemos en la aportación de Rafael un ejemplo claro de lo que se pretende desde una actitud filosófica: reflexión sobre lo que hace, como lo hace y por qué lo hace. Nos transmite el concepto de “hombre sabio” que decíamos antes, saber vivir, saber aplicar y saber compartir.

Andrés comparte que para él, el tema social es más sencillo, más intuitivo, que lo resumiría en “si haces algo y te sientes bien”, eso es lo que a él le ayuda en la RSE. Esa es la guía que él sigue en su quehacer diario y en decisiones duras y  complicadas que ha tenido que tomar en estos años de crisis y con  las que se siente tranquilo. En nuestra empresa, que es de tipo familiar, “yo tengo que quedarme tranquilo con las decisiones que tomo”.

Vicente apunta que la filosofía tendría que ver con estructurar el pensamiento, con encontrar metodología en un acto reflexivo, encontrar patrones de comportamiento homogéneos y donde es importante lo que influyes en tu alrededor. Si tú estás convencido  de que hay una actitud correcta en la vida, no te puedes quedar pasivo. También tiene la percepción de que en ocasiones la RSE resulta algo postizo y artificial, que la RSE hoy  “queda bien”. Lo ve como un reflejo de lo que es nuestra sociedad actualmente. Para él, la verdadera solidaridad no hace falta darla a conocer, no hace falta ponerlo en una web. “Mi percepción es que hay que hacerlo y callarlo.  Si crees en eso, hazlo, ese es el verdadero sentido. Se pierde en el momento en que intentas sacar algo de eso. Las cosas hay que hacerlas por convicción, no hace falta maximizarlas”.

A la pregunta de ¿qué somos?, la respuesta que da Vicente es que somos lo que los demás piensan de nosotros a través de los actos, a través de una vida. Eso eres tú, no lo que dices que eres. “Eres la huella que dejas”, eres lo que has ido haciendo durante tu vida.

Esta intervención de da lugar a un animado debate sobre RSE y qué se comunica, encontrando entre los asistente posturas diferentes, aunque con un fondo común sobre la necesidad de autenticidad las empresas y de la RSE.

Delia: si se intenta sólo mostrar, no estaríamos hablando de RSE, estaríamos ante sólo marketing, pero también sabemos que las empresas que no lo hacen por convicción, se nota, tiene que haber unos valores empresariales detrás. Ella sí defiende y apuesta por la comunicación de la RSE en el sentido de que una empresa sola puede hacer cosas, pero muchas empresas juntas  pueden hacer mucho más. Aboga por la comunicación en el sentido de buscar alianzas, encontrar empresas con valores que quieran hacer cosas juntas. Se consigue mucho más cuando se provocan alianzas. ¡Comunicación SI!

Carmen, añadiendo a Delia: cuando hay coherencia y las empresas se mantienen en el tiempo  ¿por qué no contarlo? Es un elemento de motivación interna, un facilitador de comunicación. Sobre como ella entiende la RSE: una forma de gestión total, tiene que ver con ubicaciones, relaciones (tanto hacia afuera de la empresa como hacia dentro o comunicación interna), un compromiso público también de cara a la sociedad. Gestión que va más allá y por encima de ayuda o solidaridad. Va mucho más. Respecto a la comunicación y compartir las acciones de RSE es una firme defensora, “tiene un efecto rebote increíble”, ayuda a generar el alma de actuaciones transversales.

 En sus intervenciones Carmen ha querido resaltar que, aunque la ética de los que nos gobiernan no esté siendo la más deseable, durante estos años de crisis y situaciones dramáticas su percepción es que la ética de las personas individuales, los actos que se han ido configurando, han hecho aflorar comportamientos colectivos de solidaridad, de ayuda. En realidad las grandes cosas que se consiguen en el mundo son colectivas. Ella apuesta por la movilización colectiva, en algunos casos “de abajo a arriba”.

Arturo retoma sobre el tipo de motivación para hacer RSE, aunque es posible que en algunos casos sea porque está de moda o, lo cierto es que si no se hace porque “sale de dentro, desde una base ética de solidaridad”, no es verdadera RSE. Y respecto a si se comunica o no, claramente su postura es que “las cosas que no se dicen, no existen en el mundo” Además la ética y la RSE son  algo bueno (en un sentido nietzscheano),” así que vamos a decirlo y mover a que otros lo hagan. Me siento orgulloso de lo que estoy haciendo y quiero que se enteren”.

Lupe, dice que está viendo posturas complementarias, aunque parezcan contradictorias. Lo que a ella le mueve es la coherencia, y ve  la coherencia cuando lo que se dice y lo que se hace va en la misma línea. Si esto es así, “hagamos marketing, publiquemos”. Lupe dice que en Nunsys, por el tipo de empresa que son, ve que son necesarios nexos de unión entre nosotros y que la RSE es un aglutinador y figura generadora de cohesión. RSE como cohesión,  coherencia e integridad, y sí apuesta por comunicar  desde la coherencia.

Sandra pregunta si de algún modo ¿estaríamos hablando  que aspiramos a una especie de  “EMPRESAS SABIAS”, con unos valores asentados de coherencia, integridad…?  y que así si nos las creemos realmente. ¿Podría ser esta  la base para un desarrollo sano? Se abre aquí un nuevo debate a proponer sobre las bases  un proyecto de Arturo Gradolí, que denomina NEUROEMPRESAS.  (Continuará…)

Continua Lupe con su intervención, indicando que para ella lo más difícil es entender al otro, asimilar, escuchar y devolver. Ponernos en el lugar del otro, el estado de escuchar, de saber qué pasa. Entiende que es necesario otro valor fundamental para ella, la humildad. Es algo que se está trabajando.

Rafa, siguiendo a esto último que ha señalado Lupe, dice que tiene la convicción de ha de ser así. Incluso considera paradójico lo siguiente: en un principio, lo que te mueve es  tu convicción de las cosas han de ser de cierta manera y te pones a ello, a la vez en ello hay también soberbia o prepotencia. Hemos de contar con la humildad para recibir, para solicitar el feedback del otro, estar dispuesto a repensar tu posición.  Así  pues partir de la convicción ayudado de la humildad. Son necesarios ejercicios de humildad para recibir y estar dispuesto a rectificar (si es necesario). Trabajar una  actitud intuitiva que para los que somos de ciencias significa evolución, a lo largo de la vida se va aprendiendo.

Puri: mi experiencia me ha confirmado que cuando tratas a las personas de forma correcta, en un entorno moral, ético, las personas dan lo mejor de sí, se innova y se es mucho más creativo.

Delia quiso apuntar una apreciación que resumiría muy bien las posturas que ha surgido en torno a la concepción de la RSE: “No confundamos RSE y buenismo”, la RSE no es sólo filantropía.

Quiero concluir esta crónica del desayuno con la apreciación de Delia sobre que si lo importante de la filosofía es “pararse”, no tanto el camino final, sino el propio proceso de reflexionar sobre las ideas. En ese sentido ve que los responsables de la RSE, la RSE bien entendida es pura filosofía llevada a la práctica. Somos los que respecto a la empresa nos paramos y hacemos parar, nos preguntamos y preguntamos ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos? ¿Dónde queremos llegar? ¿Dónde estamos? Somos los “raros” de la empresa, dice Delia.

Se nos ha pasado el tiempo previsto. Ha habido una puesta en común, un compartir posturas desde la reflexión, se ha estado en una actitud filosófica sobre los temas tratados.

Una última recomendación  por parte de Arturo: “os animo a leer algo de filosofía, desde los propios filósofos, viendo antes la biografía del autor, de la persona, porque eso nos va ayudar a comprenderlo mejor”.

En este sentido, NUNSYS ha querido provocar ese contacto con 2500 años de pensamiento y atendiendo a la recomendación de Sandra García, regala a los asistentes un magnífico libro, “El libro de la Filosofía”, un recorrido por la historia de la filosofía a través de los más importantes filósofos y las teorías filosóficas más relevantes desde la Antigüedad a la actualidad. El libro, visualmente muy atractivo, por su diseño e ilustraciones, incluye gráficos que ayudan a comprender los conceptos filosóficos clave (más de 100), así como cronologías, biografías de los autores, relaciones de sus obras y frases célebres.

Algunos de los asistentes lo consideran una “fantástica lectura de verano”.

Hemos sido unos filósofos prácticos estupendos.  ¡Aplauso! ¡Muchas gracias!

Desayunos filosóficos.

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