Inteligencia Artificial y neurociencias -Ex Machina Music-
11/2017
Son numerosas las investigaciones publicadas anualmente sobre IA, la mayoría de ellas basadas en la denominada ingeniería inversa. Sin embargo, no existe todavía una teoría general o modelo, aceptado por la mayoría de los expertos en IA acerca de qué hace un cerebro y cómo lo hace. Esto complica en gran manera un progreso más rápido de los conocimientos sobre los procesos mentales, lo que a la postre, dificulta enormemente simular un cerebro electrónico sin entender antes cómo funciona realmente uno biológico. De las investigaciones prácticas se encargan las neurociencias, ciencias que estudian el cerebro humano, que tratan de explicar su estructura y funciones utilizando técnicas avanzadas de visualización interna cerebral como la tomografía computarizada. Buscan explicar cómo funcionan los procesos básicos físico-químicos, así como los procesos mentales conscientes e inconscientes. La región más estudiada del cerebro
es el neocórtex, responsable, entre otros, de la percepción, la memoria y el pensamiento lógico-crítico, según sugieren la mayoría de las investigaciones neurocientíficas.
Por eso, una teoría general o un modelo sobre el cerebro podrían ayudar a resolver la cuestión fundamental de cómo funciona un cerebro, aunque no es un requisito esencial para construir cerebros artificiales con la misma funcionalidad que los humanos, ya que, por ejemplo, podemos construir artefactos voladores sin copiar el sistema de vuelo de los pájaros y obtener el mismo resultado final: volar. Sin embargo, actualmente existen una serie de ideas aceptadas por la mayoría de los expertos que guían las investigaciones neurocientíficas y computacionales sobre el cerebro, como son el pensamiento jerárquico y la predicción.
Ray Kurzweil, científico especializado en Ciencias de la Computación e IA, es uno de los 18 pensadores más influyentes para identificar los retos tecnológicos más grandes de la humanidad, según la Academia Nacional de Ingeniería de Estados Unidos. En 2012 propuso una teoría que describe cómo funciona el algoritmo básico del neocórtex (Pattern Recognition Theory of Mind). Para Kurzweil, el neocórtex está continuamente determinando predicciones sobre lo que se espera encontrar en la experiencia próxima, porque imaginar lo que va a suceder es uno de los primeros objetivos del neocórtex de los mamíferos. Jeff Hawkins está en la misma línea de investigación: la predicción no es sólo una de las cosas que hace tu cerebro, sino que es la función principal del neocórtex, y también, el fundamento de la inteligencia.
Las neurociencias tienen su correlación con la filosofía en la reciente corriente filosófica denominada «neurofilosofía», la cual reconoce en la ciencia la capacidad de explicar los mecanismos cerebrales que producen los procesos mentales. El método de estudio habitualmente utilizado en las neurociencias es el denominado materialismo metodológico, que tiene el enfoque más bien “de abajo hacia arriba” o bottom-up, es decir, las actividades cognitivas, son actividades del sistema nervioso, y entonces, desde las unidades más pequeñas como las neuronas, se estudia gradualmente estructuras y relaciones más complejas del cerebro, con lo que se podría llegar a conocer los estados mentales. En la neurofilosofía se utilizan métodos especulativos “de arriba hacia abajo” o top-down, basados en la introspección, la reflexión y la auto-comprensión de la mente, considerando los conocimientos que aportan las neurociencias.
Arturo Gradolí. Informàtic, Filòsof i Màster en Història i Comunicació de la Ciència (UPV-UV)
11/11/2017