Un líder nace, se hace, o meramente se dice que es un líder: el líder intersubjetivo
06/2014
Quiero introducir una nueva perspectiva sobre la manida pregunta de si “un líder nace o se hace”, con la intención de repensar la cuestión y perfilar sus posibles consecuencias.
En mi opinión, la pregunta de si “un líder nace o se hace” es en sí misma incompleta, ya que acota a dos las posibilidades de respuesta, porque es analizada únicamente desde la perspectiva intrínseca al líder. Me explicaré. Solo se esperan en la pregunta, respuestas originadas en las características propias del líder, obviando lo que puedan opinar los “otros”. Sin embargo, todos sabemos que un genuino líder necesariamente debe tener seguidores, es decir, otras personas que perciben, que dicen, que tal o cual es un líder. Intuyamos pues, con una analogía, nuevas cuestiones desde el punto de vista extrínseco al mismo:
Después de muchos siglos, desde los clásicos griegos, hemos caído recientemente en la cuenta que la definición de arte es a primera vista más simple de lo que creíamos: arte es lo que algunos colectivos dicen que es arte.
Es decir, un objeto es artístico no por las características del propio objeto, sino, simplemente porque hay personas que dicen que un objeto es arte. Esta concepción extrínseca del arte, o del artista, tiene repercusiones importantes porque se hace necesario incorporar nuevas disciplinas para estudiar la cuestión. La sociología, la historia del arte y la filosofía estudian el concepto de arte o artista desde este punto de vista. Probablemente, la politología y el neuromarketing, serian disciplinas apropiadas para estudiar al líder desde este tercer enfoque.
Siguiendo esta línea de pensamiento, podemos inferir que alguien es un líder cuando un colectivo de personas dice de ese alguien que es un líder, y por lo tanto, la cuestión de que un líder nace o se hace, es insuficiente, incompleta, incluso falaz. Lo que puede ocurrir con la percepción de que alguien es un líder, es meramente que sus seguidores lo expresan y lo sienten como tal. Así de sencillo y de complejo. Además, a alguien se le puede llegar a considerar un lider cuando alcanza éxitos en alguna faceta de la vida que le proporciona prestigio, o, inspira al colectivo seguridad y confianza. Es por esto que, cuando un líder pierde el prestigio, la seguridad, la confianza o los éxitos, simplemente deja de ser considerado un líder, porque ser lider no depende intrínsecamente de él o ella, sino del extrínseco «otros», es decir, de la intersubjetividad.
¿Cuáles son entonces esas características que un líder intersubjetivo debería tener? y, ¿Qué disciplinas se harían necesarias para caracterizarlo extrínsecamente? Habrá que seguir rumiando la cosa.
Arturo Gradolí. Informàtic, Filòsof i Màster en Història i Comunicació de la Ciència (UPV-UV)