UNA INDUSTRIA INTELIGENTE, SOSTENIBLE E INNOVADORA
09/2023
A principios del siglo XXI emergió la economía digital y la Industria 4.0 a caballo de la crisis económica de 2008. Una crisis que retrocedió la producción industrial a los niveles de los años noventa de siglo XX, y puso a la orilla del abismo la economía social de mercado europea. La cuestión que nos planteábamos era: ¿Marcó un punto de inflexión la crisis de 2008 en las políticas tecnológicas de la UE?
Creo que todos recordamos ese año. Fue un momento crucial. El PIB de la UE cayó un 4% en 2009, retrocediendo la producción industrial a los niveles de los años noventa. En dos años se habían borrado veinte años de saneamiento económico y fiscal logrado desde el fin de las crisis del petróleo. Sin embargo, un «nuevo principio» dijo José Manuel Barroso, presidente de la Comisión, cuando afirmó que «El año 2010 debe marcar un nuevo principio […]. La crisis es una llamada de atención, […]. Europa necesita encontrar de nuevo el rumbo y mantenerlo».
Ese nuevo principio se dio en marzo de 2010 con la Estrategia Europa 2020 que proponía tres prioridades: crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Un crecimiento basado en el conocimiento y la innovación en una economía verde, sostenible y competitiva, que apoyara una economía social de mercado para el siglo XXI. La Estrategia Europa 2020 apoyó la economía digital, es decir, una forma de entender la economía sustentada en el desarrollo de las nuevas tecnologías como la inteligencia artificial (IA) y la robótica autónoma, la supercomputación, las telecomunicaciones móviles y las plataformas online. Esta estrategia iluminó la Agenda Digital para Europa y el Mercado Único Digital que reforzarían la transformación de la industria con proyectos de I+D y con el impulso de plataformas y asociaciones, centros de excelencia y pulso de innovación digital para las pymes, para potenciar la excelencia de la IA y la robótica europea.
En diciembre de 2018, la Comisión presentó el Plan Coordinado sobre IA en el que se afirma que el crecimiento de la capacidad informática, la disponibilidad de datos y los avances en los algoritmos machine learning han convertido a la IA en una de las tecnologías más estratégicas del siglo XXI, por lo que sería la principal impulsora del crecimiento económico y productivo que contribuiría a la sostenibilidad de la base industrial en Europa.
Asimismo, el Plan Coordinado sobre IA esbozaba las líneas maestras de la estrategia industrial y tecnológica «AI Made in Europe» con tres grandes objetivos:
- Potenciar la capacidad tecnológica para que el sector industrial resultara más eficiente y de esa manera poder revertir la deslocalización de la fabricación de las empresas europeas en países asiáticos
- Prepararse para las transformaciones socioeconómicas que origina la IA, y
- Garantizar el establecimiento de un marco ético y jurídico apropiado.
Así fue, como hemos comprobado, la crisis del 2008 marcó ese punto de inflexión en las políticas tecnológicas e industriales de la UE, que junto a la economía de los datos constituye un ecosistema tractor de la economía digital.

A eBook i papel está disponible pinchando aquí
Arturo Gradolí es doctor en estudios históricos y sociales en ciencia y tecnología, filósofo, informático y escritor.