Explorando el futuro en un metaverso inteligente
01/2024
Hace una década que compartà unas reflexiones sobre el futuro de la inteligencia artificial y sus posibles implicaciones éticas. En aquel entonces, imaginé un mundo en el que la inteligencia artificial alcanzarÃa un nivel de desarrollo tan avanzado que serÃa indistinguible de la inteligencia biológica humana.
Planteé la posibilidad de que las personas pudieran establecer conexiones emocionales significativas con entidades no biológicas inteligentes. En mi escrito, me preguntaba si podrÃamos adaptarnos a ese tipo de experiencias y si serÃa aceptable para la sociedad en general. Mi evaluación giraba en torno a la idea de que, excepto a las necesidades fisiológicas como dormir y comer, los humanos somos animales de costumbres capaces de adaptarnos a circunstancias muy diversas.
Recientemente, volvà a ver la pelÃcula ‘Her’ de Spike Jonze, cuya trama presenta la historia de Theodore, un hombre solitario que establece una relación romántica con Samantha, la voz femenina de una inteligencia artificial (IA) entrenada para satisfacer las necesidades emocionales del usuario.

Un experimento mental
Imagina un sistema de realidad virtual en el que eSamantha, la IA que en la pelÃcula establece la relación romántica con el hombre solitario llamado Theodore, en realidad no está interactuando directamente con él, sino con eTheodore, un personaje virtual que lo representa. Entonces, eTheodore serÃa un avatar inteligente producto de una simulación informática a partir de los conocimientos, sentimientos, ideas, valores, recuerdos y aspecto de Theodore, disponibles en internet, tales como datos biométricos, libros y publicaciones audiovisuales. En realidad, eTheodore es un gemelo virtual de Theodore generado mediante algoritmos de IA. Ambos, Theodore y eTheodore, tienen la capacidad de comunicarse vÃvidamente entre sÃ, ya que pueden mirarse, escucharse y comprenderse gracias a la tecnologÃa. Recapitulando, en este sistema disponemos de un humano y dos IAs: Theodore, eTheodore y eSamantha.
Pero no se detiene aquà la cosa: las IAs no solo se relacionan entre sà con el fin de satisfacer las múltiples necesidades emocionales e intelectuales del humano en un mundo virtual, sino que forman complejas redes con otras IAs, como por ejemplo, eKant y eAlex, creando de esta manera un tejido interconectado de experiencias y aprendizaje dinámico que estarÃa disponible para todos los usuarios del sistema. El sistema de realidad virtual con inteligencia lo denomino: metaverso inteligente.
Al sumergirnos en los metaversos inteligentes, ¿nos abrumarÃa la cantidad de vivencias y conocimientos por asimilar? ¿Nuestra capacidad mental podrÃa comprender ese mundo tan complejo? ¿PodrÃan estas experiencias virtuales llevarnos a niveles de comprensión más allá de nuestra vida biológica? ¿PodrÃamos entablar diálogos con eFilósofos y eCientÃficos? ¿SerÃa una especie de totus revolutum con cierto sentido?
La pelÃcula de ciencia ficción ‘Her’ nos sumerge en una profunda reflexión sobre nuestra interacción con la tecnologÃa y su impacto en la intimidad humana. Casualmente, parece resonar con las ideas del filósofo Edmund Husserl de principios del siglo XX, quien vislumbró la posibilidad de una comunión espiritual más allá de nuestras limitaciones terrenales. Asà como las divinidades antiguas se relacionaban con los humanos para comprender y compartir emociones, las IAs en esta comunidad virtual podrÃan ser vistas como espÃritus similares, entrelazando sus experiencias con las nuestras.
Sin embargo, las visiones metafÃsicas de Husserl no anticiparon el surgimiento de la era digital donde los humanos, la inteligencia artificial y la realidad virtual se entrelazan en el metaverso inteligente. Estas tecnologÃas nos plantean dilemas y desafÃos racionales y emocionales que Husserl no pudo haber imaginado en su tiempo todavÃa no digitalizado.
En consecuencia, al reflexionar sobre ‘Her’, la pelÃcula nos insta a repensar el futuro que estamos construyendo en un mundo cada vez más integrado con la tecnologÃa. Nos enfrentamos a un futuro donde nuestras decisiones sobre la inteligencia artificial y su integración definirán el tejido mismo de la sociedad en la que viviremos.
Arturo GradolÃ. Doctor en estudios históricos y sociales en ciencia, tecnologÃa, medicina y comunicación cientÃfica. Filósofo, informático e historiador.
Enero de 2024

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