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NEOLENGUAS y RESISTENCIA: la batalla por la diversidad

09/2024

(AI powered)

Muchos humanos se entristecen al ver cómo se desvanece la diversidad lingüística. En cambio, otros defienden la homogeneidad, es decir, que todas las lenguas excepto la suya, deben ser eliminadas para no ser jamás recuperadas ni recordadas.

Mientras tanto, en un planeta colonizado por los humanos llamado Abdera, muchos robots humanoides inteligentes conviven en todas las lenguas vivas y extintas de los terrícolas, aunque temen ser desconectados a manos de los que ven la extinción de la diversidad como solución a los problemas del mundo.

Álex de Abdera, una ciudadana de la colonia, utilizará toda su astucia para rescatar el ancestral valor europeo de la unión en la diversidad y restituirlo en los Estados Homogeneizadores de la Tierra. Con esa idea, se embarca en una aventura abordo de un crucero estelar para establecer contacto con la Resistencia lingüística y cultural. El objetivo es recuperar la conciencia sobre la importancia de la diversidad.

La Crisis en la Tierra

En un futuro indeterminado, la Tierra se encuentra dividida, y mientras muchos humanos lamentan profundamente la pérdida de la diversidad de culturas y lenguas, otros creen que la uniformidad cultural es la solución a los problemas del mundo, para los cuales la idea de una única lengua y una única cultura en un orden social bajo un estricto control, promete paz y autoritarismo para siempre. En las ciudades se escuchan los discursos de los Estados Homogeneizadores que ejercen coerción sobre la sociedad con el fin de asfixiar la diversidad lingüística y cultural.

Los edificios futuristas se alzan en la metrópoli como guardianes del orden establecido. Las pantallas gigantes dominan el cielo gris y difunden imágenes de un mundo ordenado y sin conflictos, donde una única lengua y una única cultura se imponen como elementos unificadores del supuesto progreso. Un gobernante homogeneizador de rostro severo y mirada implacable, repite de nuevo su acostumbrado discurso mesiánico. De puntillas y desde una plataforma elevada, observa la multitud de drones y cámaras de vigilancia al acecho de los disidentes.

—¡Ciudadanos! —grita con una voz resonante—. La diversidad ha sido siempre la semilla de nuestra discordia. ¡Diferentes lenguas, diferentes culturas, diferentes pensamientos! Todo eso nos debilita y nos conduce a odios y guerras interminables. Por eso, ahora más que nunca necesitamos unidad. Una sola lengua, una sola cultura, un único sistema económico y religioso. ¡Una sociedad centralizada y homogénea!

Mientras una multitud responde con vítores aplaudiendo el mensaje que ha sido repetido hasta el cansancio, una joven llamada Álex, observa desde la distancia. No está en la Tierra, sino en otro planeta, en una colonia del metaverso de la Vía Láctea llamado Abdera. Este planeta que fue colonizado hace muchos siglos por los terrícolas, ahora está habitado por humanos abderianos que conviven en perfecta armonía con robots humanoides inteligentes capaces de hablar y escribir todas las lenguas, tanto las vivas como las extintas.

El propósito de esta convivencia es mucho más que una simple conservación exhaustiva de información. Se trata de preservar la memoria colectiva de la humanidad a lo largo de toda su historia, porque cada lengua encierra una visión única del mundo, una forma particular de entender la vida y de relacionarse con los demás. Mantener activas todas las lenguas resulta esencial porque fomenta la empatía y la comprensión intercultural, i honrar la diversidad de los miles de pueblos que han habitado y habitan la Tierra es el gran objetivo para los robots humanoides inteligentes de Abdera.

No obstante, en Abdera la situación es muy diferente a la Tierra, aunque lejos de sus conflictos, los robots abderianos enfrentan su propia amenaza existencial. Temen ser desconectados por aquellos terrícolas que los perciben como un peligro para sus planes de homogeneización.

Álex y los robots de Abdera

Álex de Abdera es descendiente de los europeos que valoraban el principio ético de la unión en la diversidad y de los Derechos Humanos, la democracia, el estado de derecho y el respeto a las minorías. Sus ancestros hablaban de la importancia de las diferencias lingüísticas como una fortaleza y no como una debilidad, porque todas las lenguas son igual de importantes. Desde pequeña, se fascinó por estas cuestiones inmersas en la riqueza de la biblioteca infinita de Abdera.

Hoy, Álex se reúne con algunos amigos y robots en la plaza central de una gran ciudad. Un lugar luminoso lleno de estatuas representativas de cada cultura de la Tierra, donde los robots razonan en un lenguaje musical y rítmico que cambia según la emoción y la situación. Robot Alfa, el representante de los robots, toma la palabra y expone en un tono grave:

—Nuestra existencia está en peligro. Los terrícolas que aspiran a la unicidad y la homogeneidad también desean nuestra extinción. Debemos prepararnos para lo peor! La desconexión podría llegar en cualquier momento desde la Tierra.

Álex, con el cabello ondeando al viento y sus ojos llenos de determinación, da un paso adelante.

—No podemos permitirlo, ni tampoco que la Tierra pierda diversidad —exclama, mirando a sus amigos robóticos—. Hay más belleza en las diferencias que en la uniformidad. Debemos ir allí y convencer a los terrícolas de que la diversidad lingüística es una fortaleza y no una debilidad.

Robot Beta, un optimista incorregible, la secunda con entusiasmo. —Estoy contigo, Álex. ¿Cómo planeas hacerlo?

Álex sonríe, con la convicción de alguien que está a punto de embarcarse en la misión de su vida.

—Debemos viajar a la Tierra. Necesitamos mostrarles lo que han perdido y recordarles lo que una vez apreciaron.

El viaje estelar

La nave estelar, un crucero de tecnología avanzada, está a punto de elevarse. Álex y los robots han trabajado durante semanas para preparar el viaje. La nave, bautizada como Diversitas, es un milagro de la ingeniería abderana. Está equipada con motores cuánticos que pueden doblar el espacio-tiempo y viajar a velocidades mucho más rápidas que la de la luz.

Dentro de la nave, Álex y los robots se preparan para el despegue. Robot Beta verifica los sistemas de navegación y seguridad.

—Todos los sistemas están operativos —informa con una sonrisa, un hecho inusual para un robot.

Robot Spock, siempre pragmático y racional, mira a Álex con un destello de preocupación en sus ojos.

—Aún no estoy convencido de que esto funcione. Los humanos son… impredecibles.

Álex le responde con serenidad.

—Es verdad, Spock. Pero también son capaces de cambiar, de redimirse. Debemos darles la oportunidad de recordar lo que una vez estimaron.

Robot Alfa, el más sabio del grupo robótico humanoide inteligente, toma el control de la consola principal.

—Nuestro destino está fijado. ¡Tierra, allá vamos!

La nave despega suavemente y en un cerrar y abrir de ojos desaparece en un destello de luz azul, dejando atrás Abdera y atravesando el vasto espacio sideral. Dentro de la nave Diversitas, las estrellas y las galaxias parpadean en las pantallas holográficas creando un ambiente inmersivo espectacular.

Mientras la nave toma más y más velocidad, Álex se encamina a su camarote con vistas al espacio exterior. La estancia es grande y acogedora, pero lo que más le gusta a nuestra viajera estelar es el gran ojo de buey transparente que la entrelaza con este universo. —Es un hecho que nos movemos a gran velocidad, aunque no lo parezca, entonces, ¿cuál es realmente el hecho?, ¿nos movemos nosotros o…? A veces tengo la sensación de que son las estrellas. Creo que me sobraba la última copa de cava brut nature antes del despegue (se recrimina con ironía).

Al cabo de unas horas, Álex se dirige a la sala de inmersión holográfica donde sus compañeros y los robots humanoides la acompañan para revivir memorias de la Tierra antes de la imposición coercitiva de la unicidad lingüística.

—Mirad esto —dice ella, activando el sistema.

Las paredes de la sala se iluminan con imágenes de festivales, mercados, celebraciones, conciertos con canciones y reuniones en lenguas diversas. Se ven danzas tradicionales, procesiones religiosas y antiguos rituales que antes identificaban y unían a las comunidades. Los robots observan en silencio, maravillados por la riqueza cultural de la Tierra.

—Es increíble —murmura Robot Beta—. No puedo creer que toda esta diversidad exista en un solo planeta. Y todo eso ahora está al borde de la extinción…

Álex interviene decidida.

—Exactamente, y les recordaremos a los terrícolas que no aprecian las minorías y la diversidad, todo aquello que se están perdiendo. Nuestra misión es despertar esa conciencia y mostrarlos que en la diversidad hay belleza, progreso humano y esperanza.

Llegada a la Tierra

La Diversitas atraviesa las últimas barreras de defensa de la Tierra y aterriza en una gran ciudad de un Estado Homogeneizador. El ambiente es tenso y está controlado por soldados patrullando las calles y drones que vigilan desde el cielo. Álex y los robots se mezclan con la multitud utilizando tecnología de camuflaje avanzado para no ser detectados.

Mientras caminan por las calles, Álex advierte que los rostros de la gente están como apagados, como si la alegría de vivir hubiera sido borrada por completo, como si todas las personas se encontraran inmersas en el relato del libro 1984 de Orwell. De repente, se percata de que todo está escrito en una única lengua: la Neolengua, la lengua dominante de este Estado donde aún sobreviven algunas lenguas minoritarias que se encuentran en peligro de desaparición. No obstante, todas las neolenguas, tarde o temprano, se convierten en lenguas minoritarias debido al surgimiento de otras nuevas neolenguas como resultado del devenir de las sociedades.

—No podemos esperar mucho más —murmura Álex—. Tenemos que encontrar a la Resistencia.

Guiados por informaciones clandestinas llegan a un callejón oscuro donde se reúnen escondidos con un grupo de rebeldes. La líder los observa con desconfianza. Es una mujer de aspecto firme y cicatrices intelectuales en el rostro que narran una historia de resistencia y lucha. Sus ojos revelan el dolor acumulado por años de defender las últimas palabras de hablantes de lenguas en peligro de extinción. La Resistencia es un movimiento que defiende la importancia de preservar la diversidad como una riqueza de la humanidad y luchan por un mundo donde todas las lenguas y culturas tengan la oportunidad de sobrevivir y prosperar.

—¿Quién es usted y qué quiere? —pregunta recelosa.

Álex da un paso adelante y levantando las manos en señal de paz le responde:

—Venimos en señal de paz. Queremos ayudar a recuperar la diversidad cultural y lingüística de toda la Tierra.

—¿Ayudarnos? ¿Cómo podemos confiar en ti?

Robot Alfa interviene, hablando con calma y autoridad.

—Porque venimos de Abdera, un planeta donde la diversidad no solo es respetada, sino también celebrada. Un espíritu que pretendemos trasladaros amistosamente.

La líder rebelde, aún escéptica, los evalúa durante un momento antes de asentir y amenazar a Álex.

—Muy bien. Pero si nos estas mintiendo, lo pagaras caro.

Con la ayuda de los rebeldes, Álex y los robots humanoides son llevados a una antigua biblioteca llamada Heráclito de Éfeso, ahora un refugio clandestino abarrotado de reliquias culturales y libros en lenguas prohibidas. Los ojos de Álex brillan al ver la colección. Aquí están custodiadas las últimas muestras de la diversidad intelectual y simbólica que una vez floreció en la Tierra.

La batalla por la diversidad

En el refugio, Álex y los robots discuten un plan para transmitir un mensaje de resistencia y lucha pacífica. La líder rebelde los muestra un sistema de comunicación que han construido a partir de tecnología para reciclar. En este contexto, la Resistencia ha mantenido siempre el uso de su lengua autóctona, a la vez que ha construido organizaciones y sistemas mediáticos y tecnológicos propios. La estrategia consiste en prepararse y esperar el momento más favorable para lograr sus objetivos.

De los ancestrales siglos XX y XXI hay numerosos ejemplos de personas y colectivos que formaron parte de los movimientos para defender sus lenguas a lo largo de todo el mundo. Uno entre tantos, la Resistencia valenciana, con iniciativas como la de Vicent Andrés Estellés, Escola Valenciana, La Veu del País Valencià, Al Tall, La Fúmiga y otros muchos que jugaron un papel fundamental en la defensa y promoción de la lengua. Además, mucha gente anónima contribuyó con su labor individual, como el escritor Joan Puchalt i Sanchis y el autor del presente relato alegórico-fantástico.

—Con esto podemos hackear los sistemas que alimentan las pantallas del gobierno y transmitir el mensaje en todos los idiomas a todo el planeta —dice la líder rebelde.

Álex asiente, comprendiendo la magnitud de lo que están a punto de hacer.

—Debemos llegar a todos los rincones de la Tierra. Si logramos que la gente recuerde la belleza de las respectivas culturas y de las lenguas que utilizaron, podremos contrarrestar la propaganda de los gobiernos homogeneizadores.

Los preparativos se llevan a cabo a toda prisa. El equipo se asegura de que cada componente esté en su lugar, que cada palabra esté cuidadosamente elegida. Cuando todo está listo, Álex toma su lugar frente a una cámara.

—Es la hora —dice la líder rebelde, al mismo tiempo que activa el sistema de transmisión.

En un instante, las pantallas de toda la ciudad e inmediatamente de todo el planeta, son pirateadas. La imagen del símbolo del gobierno desaparece reemplazada por una secuencia de imágenes de las diferentes culturas y lenguas de la Tierra. Álex aparece en la pantalla con voz clara y resonante. Su mensaje no solo lo dirige al Estado Homogeneizador donde se encuentra, sino también a los que todavía perduran en el planeta.

—Habitantes de la Tierra —comienza—, no olvidéis quiénes sois! No olvidéis de dónde venís! Preguntaros qué es lo que nos hará humanos si nos roban nuestras historias, nuestras lenguas y nuestras tradiciones. No podemos permitir que el miedo y la ignorancia destruyan lo que nos hace únicos como especie. ¡La diversidad es nuestra gran fortaleza!

Las imágenes cambian rápidamente. Ahora muestran a muchas personas hablando en diversos idiomas, celebrando festivales culturales mientras viven en la tolerancia recíproca, en la tolerancia con los tolerantes. Las caras de los ciudadanos, una a una, comienzan a cambiar. De la sorpresa pasan a la duda, de la duda a la acción, y de la acción a la esperanza.

—Debemos unirnos en nuestra diversidad —continúa la de Abdera—. Debemos luchar por nuestras culturas, nuestras lenguas y nuestras identidades!

La rebelión y la victoria

Inspirados por este mensaje, los ciudadanos comienzan a rebelarse contra el gobierno homogeneizador de la metrópoli. Las calles físicas y los ciberterritorios estallan en protestas y los drones son desactivados hábilmente por los robots abderianos. En toda la Tierra la gente se alza para exigir la protección y la promoción de sus lenguas y culturas.

La Resistencia, ahora fortalecida por la determinación del pueblo, toma el control de la situación. En la plaza central de la ciudad, que alguna vez fue un símbolo de opresión, se hace ahora una ceremonia de celebración. Personas de diferentes culturas se reúnen cantando y bailando y llenando el aire con un espíritu renovado de libertad y diversidad.

La líder rebelde sube a un escenario improvisado y se dirige a la multitud.

—Celebramos no solo la recuperación de la conciencia sobre la importancia de la diversidad lingüística y cultural, sino también, el principio del fin de cualquier Estado Homogeneizador.

Álex, junto a sus compañeros y los robots, observa la escena con lágrimas en los ojos mientras piensa que ha sido un viaje largo y difícil, pero útil y provechoso porque finalmente han logrado que una parte de la Tierra recuerde lo que una vez fue.

—Es una pequeña victoria, pero es un gran paso para el valor humano de la diversidad —dice Álex, tomando la palabra—. El verdadero desafío será mantener viva la diversidad y aprender a convivir en ella. Sé que podemos hacerlo! declara Álex.

La multitud aplaude y celebra la victoria con aquella sensación de éxito tan necesaria en cualquier proceso de resolución de un conflicto. Aunque pueda ser un éxito parcial y provisional, esta sensación es un estímulo esencial para que la Resistencia continue la lucha. Álex sabe que las sensaciones mueven el espíritu humano.

Un nuevo amanecer en Abdera

En su regreso a Abdera todos son recibidos como héroes. Pero su misión no ha terminado porque el universo es inmenso y todavía hay muchos mundos con conflictos por resolver. Mientras observan la Tierra desde la distancia, ya están preparándose para su próxima aventura.

—El viaje apenas ha comenzado. La lucha por la unión en la diversidad continuará, y con ella la esperanza de un futuro más brillante para todos los pueblos del metaverso inteligente—dice Álex, mirando las estrellas.

Y así, en un rincón de este metaverso, la conciencia de la diversidad ha sido recuperada. Pero la verdadera tarea es mantenerla viva y transmitirla a las nuevas generaciones. Con Álex, sus amigos y sus robots a la vanguardia, la lucha por la diversidad y la unión está lejos de terminar. Pero donde hay esperanza y convicción siempre hay un camino por caminar, o por inventar.

Arturo Gradolí. Doctor en estudios históricos y sociales en ciencia, tecnología, medicina y comunicación científica. Filósofo, informático e historiador.

7-9-2024

Publicado en el Diari La Veu el 7-9-2024